martes, 5 de diciembre de 2017

CABRAS Y CUCHAREROS POR LA BENDOSA

Si ya de por si la palabra "encontrar" supone una cierta emoción, el interés está siempre asegurado en estos montes cuando se trata de cabras o cuchareros. Unas y otros tenían a menudo su terreno en lo abrupto. Eran, al decir de entonces, "peñaceros".

El Puntal d'a Bendosa es una peña muy característica en la cabecera de la Garganta Baja y a la vista de Seral (ver aquí). Al pie de la misma se encuentra la Cueva Bendosa, utilizada antaño para guardar ganado (ver aquí).
Sin embargo, esta montaña también conserva un pequeño secreto, unos escondrijos. Uno de ellos es muy visible desde muchos puntos del valle: un agujero bien redondo.


Desde la Cruz d'as Graderas (punto rosa) se ve muy bien (flecha roja).

Pero no es el único. Hay dos covachos más:


Izquierda: el recuadro señala la ubicación de los covachos. El punto rojo señala la Cueva Andrebod (ver aquí).
Derecha: el recuadro con la situación de los tres abrigos: el redondo (punto rojo), el escondido (punto rosa) y el del bloque (punto naranja).

Los he visitado en dos ocasiones: el 16 de febrero de 1992 con José Antonio Cuchí y el pasado 26 de noviembre de 2017 con Anabel. Todo parecía igual, aunque no tanto el paisaje que desde allí se divisa.


La primera vez lo anoté así en mi agenda.

El acceso se efectúa desde la misma cima del Puntal d'a Bendosa acercándose hasta el borde de los escarpes:


No es difícil, solo hay que prestar atención.
Izquierda (1992), centro y derecha (2017).

El promontorio anaranjado delata el lugar pero no veremos ninguna de las tres cuevas hasta que las tengamos delante, la vegetación las oculta.

EL AGUJERO REDONDO
Desde lejos parece adoptar esta forma pero una vez en él no lo es tanto.


Izquierda (1992) y derecha (2017).
Comparando las dos fotos inferiores se ven algunos cambios. Más excrementos de cabra, un arbusto muy crecido y, sobre todo, el paisaje del fondo (más vestido de vegetación y, más urbanizado).

Solo se distinguen restos animales, aunque una rama de boj aparece colocada intencionadamente en una cavidad del fondo:



EL ABRIGO  ESCONDIDO
Justo a la izquierda del agujero anterior se encuentra una cavidad de techo bajo y que se estrecha rápidamente. Parece apuntar hacia el ramal B de la cueva siguiente.
Está completamente oculta por la vegetación. No tiene especial interés.

EL COVACHO DEL BLOQUE
Más a la izquierda todavía aparece otra, quizá más curiosa. Pese a que no hay muchos arbustos tampoco se distingue, pero la delata un gran bloque desprendido que se apoya en la bóveda de la entrada:



Al contrario de sus vecinas, esta sí avanza algo aunque con el techo muy bajo (en 1992 dibuje un sencillo croquis):


También abundan los excrementos de cabras.

Volvimos a encontrar los restos de la presencia de aquellos cuchareros de antaño:


Algunos "toros" (fragmentos desechados de boj) entre plumas de buitre.

Pero también, y esto no lo recordaba ni lo apunté en 1992, el espinazo de un esqueleto:


Vértebras sueltas por el suelo y un fragmento más entero metido en una cavidad lateral.

No creemos que este abrigo tuviera alguna vez un cierre de piedra seca. Pero las piedras que subsisten parecen tener aún cierta disposición y estructura:


Es verdad que lo parece pero cuando lo miramos con detenimiento lo que queda es algo caótico. Difícil de asegurar cuando los años pasan.

Ciertamente deben ser muy escasos los lugares de estos montes que no hayan recibido la visita de los cuidadores de cabras y buscadores de boj.

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